Deja de mirarme como si estuviera loca,
que ya te he confesado entre gemidos
que la única razón por la que podría enamorarme de ti
es porque estás rota.
Que no, que no es por tus andares,
dando saltitos de niña sobre cada trozo de escarcha
que dejas tras tu paso.
Que tampoco es por cómo te colocas el fleco,
ni por cómo me miras a través de el,
con esa media sonrisa que llega hasta tus ojos
pero que no los llega a hacer brillar.
Que no, que no es por haber removido mi orden,
ni por haberme dado risas con forma de canciones.
Que no es por haberme sacado de mis casillas
ni por haberme empotrado contra ellas.
Que tampoco es porque no me des ni cal ni arena,
y aún así me hagas sentir la persona más completa del mundo.
Que no, que dejes de preguntarme si me gustas.
Que (no) me vas a gustar.
Que rozas demasiado mi perfección, que no quiero curarte el pasado
ni romperte los esquemas de tu futuro.
Que no, que me estoy mintiendo.
Que sí, que me es más fácil así.
Que sí, que prefiero mentirme yo,
a que lo hagas tu.
Que eres mi persona platónica
porque al amor no sé si llegaremos,
aunque lo hayamos practicado.
Y sí, claro que sí.
Te lo digo con voz alta y no tan clara:
Eres la horma exacta de mi zapato.
Pero es que yo siempre he sido más de ir descalza.
¡Holaa!OwO que lindo, e inspirador.
ResponderEliminarMe gusto muchisimo!
Besos
Esther.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSiempre tan lindo todo lo que escribis :))
ResponderEliminarMe encantó!
Un beso grande linda!
S.
Pero qué preciosos son tus versos entrada por entrada.
ResponderEliminarHola! Bello tu blog y escribes muy lindo :)
ResponderEliminarNos estamos leyendo ^^
Wao, es demasiado bello, creativo.
ResponderEliminarComo que si, si me encantas, pero no, no es bueno y ni quiero.
Jaja, precioso.
Besos❣